HISTORIA DEL CORREDOR PÚBLICO

De manera muy breve: Un corredor público es un abogado habilitado por el Poder Ejecutivo Federal a través de la Secretaria de Economía para auxiliar en el comercio. 

¿Sabías que la función tiene miles de años de antigüedad? Esta figura existe desde las antiguas civilizaciones como los fenicios, los egipcios, los griegos y romanos, en donde realizaba una función de fe pública al autenticar o hacer constar en tabletas de arcilla o de papiro los inventarios de las mercaderías.

También realizaban una función de valuación; ya que al ser expertos en mercaderías podían determinar el valor de las mismas en las operaciones comerciales.

Eran, también, mediadores porque solían ser expertos en idiomas y podían poner a mercaderes extranjeros en contacto con los locales, certificando la calidad y precios de los productos ofrecidos por ambos. 

Por su parte, en Roma, esta figura jurídica podía ser ejercida tanto por los ciudadanos romanos como los extranjeros, siendo reguladas sus relaciones por el Derecho de Gentes o Ius Gentium.

Posteriormente, durante la Edad Media, el corredor adquirió gran importancia debido a que se consideraba como un funcionario al servicio de las municipalidades con una función imparcial y que controlaba la actividad el comercio. El comercio en la Edad Media, y hasta nuestros días, es uno de los motores más importantes de desarrollo económico, y siempre las grandes ciudades comerciales se convertían en centros cosmopolitas de cultura y desarrollo.

El Corredor de Comercio en España

Desde las primeras leyes de comercio se reguló la correduría pública hasta las funciones que desempeñan hoy en día como fungir como peritos valuadores, fedatarios públicos, asesores jurídicos y árbitros.

Los corredores públicos vigilaban a los mercados y mercaderes y tenían la autoridad en pesos y medidas, vigilando todas las operaciones mercantiles. En 1527 el Rey Carlos V instituyó el oficio de corredor público por real cédula. Desde España fue como llegó la figura a tierras mexicanas.

Correduría Pública en la Nueva España.

Después de la independencia de México, la Nueva España estaba regida por las ordenanzas de Bilbao de forma intermitente y en ellas se reglamentó la profesión de corredor.

En 1841 se decretó la formación de las Juntas de Comercio, siendo estas las responsables de nombrar a los corredores públicos.

El código de comercio actual se promulgó en 1889 y ahí quedó establecida la facultad del Ministerio de Fomento para expedir las habilitaciones de los corredores públicos.

Época reciente

En 1993 se derogaron las disposiciones referentes a la correduría pública en el código de comercio, con esto se ampliaron las funciones de los corredores públicos y surgió una correduría pública de carácter federal. Conoce más sobre las funciones de un Corredor Público en www.ramirez-organista.com.

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